sábado, 26 de julio de 2008

* La Fùria de las Aguas


Escribo sacudido por el impacto que me produjo una nutrida colección de fotos que estuve ojeando.

El próximo año, en abril, se estarán cumpliendo los 50 años del castigo más severo que ha soportado el Uruguay debido a una “ explosión “ climática: la gran INUNDACIÓN, que - prácticamente -dejó a todo el país bajo una sábana de agua, provocada por inusuales lluvias en abril de 1959.

No quedó ningún departamento que no se viera seriamente afectado por la inundación, con las comunicaciones cortadas y miles de evacuados.

Pero, en las poblaciones de la franja a un lado y otro del Río Negro, desbordado y avasallante, se vivió una pavorosa tragedia.

Qué decir de Paso de los Toros, la que debió ser evacuada íntegramente – caso único en nuestra historia – ante el peligro inminente de que el rebosante Lago de la Represa de Bonete rompira compuertas y destruyera las instalaciones de la misma?

Finalmente , dos explosiones controladas – por parte de ingenieros militares – en el terraplén de contención del Lago, liberaron la presión sobre la Represa, pero obligarón a evacuar Paso de los Toros que quedó tapada por las enfurecidas aguas.

Mencioné una colección de fotos sobre el suceso. Son 16 gruesos “cuadernos” donde se han pegado páginas – textos y fotos – provenientes de “todos” los medios de prensa escrita de 1959, día por día de la terrible inundación.

Es una documentación excepcional, tal vez única en el país, a lo sumo con escasísimos imitadores.Pero quién se tomó el trabajo de recopilar y ordenar este invalorable material?

Lo puso en mis manos , días atrás, Ariel “ Golo” Olivera, quien – a su vez- lo había recibido, mucho tiempo hace, de MARIA ANTONIA “ POCHA” FAGET, responsable de la recopilación y armado.

En todo el país el próximo año se estará hablando de la “ gran inundación” de 50 años atràs, abril de 1959.

Castillos cuenta con este material gráfico excepcional, como para armar una muy completa muestra, que permita a los veteranos revivir recuerdos de aquellos amenazadores días y a los jóvenes enterarse de la catástrofe que ha golpeado a nuestro territorio, sin excepción de zonas .

Pero, debemos ir más allá. Debemos aprovechar la ocasión para rendir un justo homenaje a esta dama castillense responsable del valioso legado que comentamos, así como de tantos otros.

Pocha Faget bien se lo merece... Por esas cosas de la vida no engendró hijos de carne y sangre, pero trajo al mundo infinidad de “ cuadros “ del pasado castillense , que hoy son parte imprescindible de nuestra crónica de identidad. Por nombrar alguno, su oportuna “ Historia de Aguas Dulces “, editada por “ La Acción “ varios años atrás.

Tal vez, parte del homenaje podría consistir en la reedición – ahora hay mejores medios- de esa crónica de Aguas Dulces, elaborada en base a las evocaciones de ancianos vecinos que le confiaron a Pocha los recuerdos atesorados en sus memorias u que - sin este oportuno rescate- peligraban irse a la tumbo junto con los “ memoriosos”.

Tenía su humor ácido, Pocha. Batllista “ rabiosa “ ( del viejo Pepe), recuerdo que un día, entre tantas sabrosas informaciones que compartió con este servidor, me dijo : “ Ese año 1959, resultó particularmente desgraciado para el Uruguay. A comienzos del año sufrimos dos calamidades, las inundaciones de Abril y el Colegiado herrerista de Chicotazo, en Marzo...”

En verdad, no se hasta que punto se trataba de una broma. Pero, así era Pocha. Directa y “ al grano “ .

El año que viene deberemos hacernos una pausa en el trajín de año electoral, para recordarla a Pocha Faget, a propósito de “ una “ de sus “ calamidades “...

Jesús Perdomo